Hola, esta historia junto con la historia de Los Canelos de Mutis han sido objeto de un buen tiempo de investigación que a pesar de su larga extensión considero que puede aportar bastante al conocimiento sobre una planta que tuvo gran importancia en nuestro país y a nivel internacional hasta hace poco tiempo.
La planta conocida como quina (Cinchona spp) es y fue fuente de un importante fármaco originario del Nuevo Mundo (América) usado principalmente por los países europeos durante la época de las expediciones y exploraciones en Asia, África y América donde era una herramienta imprescindible debido al papel que tenían los biocomponentes de su corteza que permitían a los expedicionarios o colonizadores gozar de una buena salud en los trópicos, sin embargo, a pesar de su gran importancia, en la actualidad se desconoce el papel protagónico de la quina incluso en países donde tuvo un rol importante en su economía. Por este motivo busco dar un mejor entendimiento al papel histórico de la quina relacionado con la historia de Colombia (principalmente) mediante este post.
La planta conocida como quina (Cinchona spp) es y fue fuente de un importante fármaco originario del Nuevo Mundo (América) usado principalmente por los países europeos durante la época de las expediciones y exploraciones en Asia, África y América donde era una herramienta imprescindible debido al papel que tenían los biocomponentes de su corteza que permitían a los expedicionarios o colonizadores gozar de una buena salud en los trópicos, sin embargo, a pesar de su gran importancia, en la actualidad se desconoce el papel protagónico de la quina incluso en países donde tuvo un rol importante en su economía. Por este motivo busco dar un mejor entendimiento al papel histórico de la quina relacionado con la historia de Colombia (principalmente) mediante este post.
Como resumen para un lector ansioso, la quina es una planta andina que sirvió para evitar las muertes por malaria, facilitando la colonización de sitios tropicales donde esta enfermedad es endémica, el comercio de corteza de quina fue una gran fuente de riqueza para comerciantes en Suramérica y para el Imperio español que mantuvo su monopolio por cerca de 300 años, pero este se perdió al pasar a manos del Imperio británico y del Imperio neerlandés que promovieron su cultivo en sus colonias asiáticas desde las cuales se mantuvo el suministro de corteza de quina hasta que los sustitutos sintéticos hicieron que disminuyera su demanda a finales del siglo XX.
Entrando en detalles, comienzo por comentando que la corteza de quina se obtiene de varias especies de plantas pertenecientes a dos géneros botánicos de la familia de las Rubiaceas (a la cual también pertenece la planta de café y de borojó), el género Cinchona que contiene 24 especies y el género Ladenbergia que contiene 35 especies. Sin embargo, en la literatura se han encontrado más 330 nombres que hacen referencia a Cinchona y Ladenbergia por lo cual es fácil confundir una especie con otra.
Árbol de Cinchona pubescens Vahl. en Kew Gardens (izq) y en Jardín Botánico de Bogotá. Fotos: J. Borbón. |
Detalle de las hojas (izq) y flor (der) de C. pubescens Vahl. Fotos: J. Borbón. |
Cuando observamos una planta de quina esta no se destaca nada en particular, pasando desapercibido entre las plantas de un bosque, pero esas hojas grandes y su disposición eran una pista para identificar la planta en los siglos XVII y XVIII, tiempo en que su corteza causó una "fiebre del oro" en los Andes de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.
Por un momento quiero que te imagines como un colonizador en el trópico, caminando por tortuosos caminos llenos de barro, en los que tomaría horas llegar a cualquier centro poblado, incluso días llegar a una ciudad, una situación en la cual una fiebre repentina fácilmente podía convertirse en una sentencia de muerte si se trataba de una enfermedad misteriosa llamada malaria dado que no existía una cura contra este padecimiento. En este contexto, aparece la corteza de un árbol que reposada en agua durante la noche y que al día siguiente se bebía (y así durante varios días consecutivos) se disminuía la fiebre y te salvaba la vida, para continuar con tu objetivo de colonizador en la búsqueda del dorado u otra riqueza... ¿fantástico verdad?, gracias a esta increíble propiedad, se requería de esta corteza para cualquier viaje o expedición a zonas principalmente del trópico, interés principalmente para todos los Imperios con colonias de ultramar o donde fueran comunes las fiebres generándose así un gran negocio con la venta de la corteza de quina.
Malaria. 1883. Giulio Aristide Sartorio. CC-BY Wikipedia
Antes del uso de la corteza de quina, las personas que enfermeban de malaria usaban como tratamientos métodos primitivos como lo eran los sangrados, también se aconsejaba el descanso y control de dieta, otros metodos menos comunes eran el uso de amuletos como: colocar debajo de la almohada o de la cabeza del paciente el cuarto libro de la Illiada de Homero, el empujar la cabeza del enfermo contra un arbusto tan rápido que la enfermedad se quedara atrás, el abrazo de una viuda e incluso el consumo de telarañas y/o sus arañas productoras. A pesar de los tratamientos, una persona infectada con malaria tenía una alta probabilidad de morir, dado que la malaria es producida por un protozoo conocido como Plasmodium que infecta los glóbulos rojos de la sangre donde se reproduce y disemina, destruyendo a su paso gran cantidad de glóbulos rojos en la sangre del infectado, disminuyendo así la vitalidad del infectado. El ciclo de vida del Plasmodium es detenido por la quinina, un metabolito obtenido de la corteza de quina donde su consumo regular eliminaba este parásito del cuerpo y resultaba en una medicina eficaz para un infectado con malaria.
Pero ¿quién y cómo descubrió las propiedades curativas de la quina? menciona el filósofo colombiano Mauricio Nieto que este descubrimiento se ha alimentado por varias historias populares, mencionando las siguientes:
Distribución geográfica de la malaria. Center for Disease Control and Prevention. 2006. CC-BY.
Pero ¿quién y cómo descubrió las propiedades curativas de la quina? menciona el filósofo colombiano Mauricio Nieto que este descubrimiento se ha alimentado por varias historias populares, mencionando las siguientes:
-Los indígenas observaron cómo los felinos que padecían de fiebres masticaban la corteza de un árbol en particular que resultó ser la quina.
-En un lago, el viento derribó árboles de quina que cayeron sobre sus aguas y las volvieron amargas, tan amarga que los nativos evitaban beberla. Un día, el nativo Pedro de Leyva ardiendo en fiebres, no encontró otra agua que beber que ésta y se curó completamente, luego divulgó la historia a otros habitantes y estos hicieron conocida las cualidades febrífugas de la quina.
-Existe la misma historia anterior de la laguna y los árboles, pero con un soldado español en lugar de un nativo americano.
Otra historia (inexacta) que difundió la fama de la quina dice que entre los años 1632 y 1638, Francisca Fernández de Ribera, esposa del conde de Chinchón (Luis Jerónimo Fernández) y Virrey del Perú, sufría de fiebres intermitentes, al oír esto, el corregidor del virreinato le envió una porción de corteza e informó al Virrey que él había sufrido de fiebres y que se había curado al usar esta corteza la cual había escuchado que los nativos la usaban con este fin. Como resultado, la condesa se recuperó y solicitó más corteza para curar los habitantes con fiebres, por este motivo, la corteza de quina fue conocida como los polvos de la Condesa, nombre con el cual sería comercializada en Europa y que Linneo buscó inmortalizar el nombre de la condesa, colocándole Cinchona al género de la especie (resulta una curiosidad botánica que el nombre no fuera Chinchona sino Cinchona, al parecer se originó por la omisión de la h por una versión italiana donde Chi se escribe como Ci).
Entre 1630-40 se llevaron muestras de quina a Roma, donde el cardenal Juan de Lugo sería una figura central en la propagación de esta nueva medicina, por lo cual, a la quina también se le conoció como los polvos del cardenal. Los jesuitas y su contacto con los nativos americanos les permitió recolectar, pulverizar y vender quina en beneficio de la Orden de Jesús.
Ficha con información para la población sobre la malaria o paludismo. COPATE-Cataluña. Imagen tomada de lavanguardia |
El inglés Oliver Cromwell entre otras personalidades, hizo fuerte oposición al nuevo remedio, llamándolo polvos del diablo, mostrando una rivalidad política y religiosa (por parte de los protestantes de Inglaterra).
Cortezas de quina del Perú. Prov. Huamalíes. Imagen original. |
Sin embargo, pese a ganar popularidad, la corteza de quina tenía los siguientes problemas: no existía experiencia en el manejo de la corteza, por lo cual esta era fácilmente rendida con corteza de otros árboles, así mismo se vendía como corteza de quina especies que no correspondían (adulterada), por lo cual los envíos irregulares del Nuevo Mundo y la contaminación de estos motivó al Imperio español la investigación del árbol de quina, buscando tener una identificación adecuada para así mismo tener una farmacopea precisa y de confianza que le permitiera su venta.
Por otro lado, la creciente demanda de quina y su alta rentabilidad motivó expediciones comerciales a nuevas áreas boscosas del Nuevo Mundo para su explotación y abastecer su demanda. Inicialmente, cuando en una expedición se encontraba un árbol de quina, se le extraía la corteza dejando el árbol en pie, con lo cual algunos árboles tenían oportunidad de regenerar su corteza o generar nuevos crecimientos para continuar su crecimiento y reponerse, sin embargo, la dificultad de encontrar árboles nuevos hizo que los árboles encontrados se tumbaran para acceder a la totalidad de la corteza del tallo y ramas, e incluso se desenterraran las raíces y obtenía su corteza con lo cual el árbol moría. La alta extracción de corteza de quina sin la reposición de árboles por su siembra inició el agotamiento y exterminio de la especie.
Por otro lado, la creciente demanda de quina y su alta rentabilidad motivó expediciones comerciales a nuevas áreas boscosas del Nuevo Mundo para su explotación y abastecer su demanda. Inicialmente, cuando en una expedición se encontraba un árbol de quina, se le extraía la corteza dejando el árbol en pie, con lo cual algunos árboles tenían oportunidad de regenerar su corteza o generar nuevos crecimientos para continuar su crecimiento y reponerse, sin embargo, la dificultad de encontrar árboles nuevos hizo que los árboles encontrados se tumbaran para acceder a la totalidad de la corteza del tallo y ramas, e incluso se desenterraran las raíces y obtenía su corteza con lo cual el árbol moría. La alta extracción de corteza de quina sin la reposición de árboles por su siembra inició el agotamiento y exterminio de la especie.
Tala de un árbol de Cinchona en el Perú. 1874. Grabado posiblemente de George Perrichon. Imagen original. |
Para 1742, Carlos Linneo formó el género Cinchona, esta descripción no se podría haber hecho sin la descripción imperfecta de Condamine. Mientras tanto, en el territorio de la Nueva Granada, corría el año de 1753 cuando se descubrieron múltiples árboles de quina entre Quito y Popayán. El funcionario criollo Miguel de Santisteban cogió y envió muestras a Mutis con la cuales se realizó la primera descripción exacta del género. Comenzaba así la explotación de quina en el norte de Suramérica. En 1768 Mutis envía a Linneo muestras y dibujos de la quina de Loja, siendo usados para completar la descripción del género Cinchona y la especie officinalis.
Fruto entero y por mitad de Cinchona. 1763. Dibujo de Nikolaus Joseph Jacquin Posiblemente adquirido en las Antillas o Cartagena de Indias. |
En 1772 Mutis reconoció la quina en el monte de Tena (Cundinamarca), y en 1773 la observó entre Villeta y Honda (Cund.), así como en la Mesa de Chinga (San Francisco-Cund.), abriendo la exploración quinera más al norte que tradicional de Loja y la del Virreinato del Perú. Mutis exploró los montes alrededor de Bogotá donde se hallaban tres especies de quina: roja, blanca y amarilla, todas estas quinas tenían efectos contra la malaria y eran conocidas como Cinchona officinales. A continuación, realizaré una breve comparación entre las quinas comercializadas, según la separación por color como sugería Mutis:
- -Quina amarilla: conocida como C. cordifolia por Mutis, y como o C. purpuera o C. ovata por Ruiz y Pavón, conocida actualmente como C. pubescens Vahl. Es una planta bastante rica en alcaloides, explotada para la producción de quinina, produce cerca del 6% de quinina, mientras que las otras especies producen entre 1 y 3%
- -Quina roja: fue conocida como C. oblongifolia por Mutis y como C. magnifolia o C. grandifolia por Ruiz y Pavón, actualmente se conoce como Ladenbergia oblongifolia (Humb. ex Mutis) L. Andersson
- -Quina blanca o gris: conocida como C. ovalifolia Mutis, actualmente se conoce como Ladenbergia macrocarpa (Vahl) Klotzsch, es planta altamente aromática y usada en cocteleria.
- -Quina naranja: actualmente conocida como C. lancifolia Mutis
Como comenta Nieto, las especies eran diferenciada por Mutis por la forma de las hojas, si estas tenían forma de lanza la especie era lancifolia, si las hojas eran oblongas, la especie sería oblogifolia. Las quinas sin efecto medicinal eran conocidas como no officinales y su principal característica era que la corola de su flor no tenían vellosidades.
Cinchona cordifolia sinonimo de C. pubescens Valh. Lámina Real Expedición Botánica. imagen original real jardín botánico |
En 1792, se publica la quinología de Hipólito Ruiz, y en esta publicación llama la atención las consecuencias del absurdo método de explotación que puede llevar a la desaparición de la Cinchona , por lo cual se propone el establecimiento de cultivos de quina.
La corteza de quina es altamente exportada al final del siglo XVIII en la Nueva Granada, según un inventario de las exportaciones en el puerto de Cartagena durante 1973, se detalla la salida de 1359 arrobas (15.409 kilos) de cascarilla de quina. Según Humboldt, durante el siglo XVIII se exportó entre 12 y 14 mil quintales anualmente a Europa y Estados Unidos (1 quintal equivale a 100 kilos), de estos, 2 mil quintales procedían del Virreinato de Nueva Granada, 110 de Loja (Ecuador) y el resto de las provincias altas del Perú, también señala Humboldt que en 1805 se cortaron 25.000 árboles en la provincia de Loja. Esta alta extracción de quina generó que en 1829, el presidente de la Gran Colombia Simón Bolivar expidiera un decreto donde se establecian normas para el aprovechamiento y la conservación de la riqueza forestal, haciendo énfasis en la quina.
Por otro lado, en 1820, los químicos franceses Pelletier y Caventou aislaron de la corteza de quina el compuesto de la quinina que comenzó a usarse específicamente para curar la enfermedad de la malaria, durante los años siguientes se continua el aislamiento de otros componentes de la corteza de quina. En 1852, el botánico Wendell H. sugiere que se debe cultivar quina en Java ante el peligro de su desaparición dado el método usado para arrancar y descortezar los árboles y la poca limitación de esta practica.
A mediados del siglo XIX, el botánico inglés Richard Spruce que estuvo clasificando y enviando muestras del Amazonas a los jardines botánicos europeos, recibe en 1858 una carta del gobierno de Inglaterra donde era comisionado a buscar semillas y plantas de árbol de corteza roja para sembrarlo en la India, una labor peligrosa dado que la exportación de árboles o semillas estaba prohibida.
Spruce dejó la aldea de Tarapoto (Perú) y se estableció en los bosques de quina de la localidad de Limón en la vertiente occidental del Chimborazo (Cantón de Riobamba-Ecuador) al norte de conocido valle de Loja, los habitantes de la zona recogían la corteza de quina y su venta les había permitido conseguir dinero durante bastante tiempo, sin embargo, desconocían su uso, creyendo principalmente que de la corteza se obtenía un tinte. En Limón, Richard Spruce marcó árboles quina y siguió su fenología cuidando durante su floración y fructificación, consiguiendo más de 100.000 semillas y colocando estacas en cajas Ward (cajas de madera y vidrio que sellaban la atmósfera y permitían el traslado de esquejes sin perder humedad) que fueron enviadas al puerto de Guayaquil (Ecuador) desde donde se enviaron a la India iniciando un extenso cultivo en las montañas de Neilgherry (sur de la India), de allí se dispersó semilla hacia Ceilán.
Plantas de corteza roja colectadas por Richard Spruce y Robert Croos en su llegada a la India en 1861 Imagen tomada de Kew.org/blogs |
Se cumplían así las palabras de Humboldt "Si los gobiernos de América no se preocupan por conservar la quinaquina, prohibiendo la tala de los árboles u obligando al magistrado territorial a hacer cumplir las reglamentaciones a los cortadores para evitar su destrucción, se arrebatará al país este producto tan estimado del nuevo mundo..."
Sin embargo, los cultivos en India fueron plantados en un área errónea y los árboles no se desarrollaron adecuadamente.
Cultivo de quina peruana en los montes de Neilguerry, India. 1862. Autor desconocido. publicado en The Illustrated London News. CC. Public Domain. |
En 1865, el inglés Charles Ledger reunió semillas en Perú y las envió a Londres, esta acción cobró la vida de su criado que fue apaleado en Bolivia por ayudar en la colecta de semilla de quina. En Londres, la semilla fue en parte comprada por holandeses quienes la sembraron con éxito en la Isla de Java (Indonesia) dado su clima tropical, las abundantes lluvias, su atmósfera cálida y húmeda, así como un suelo poroso y suelto. Las plantas sembradas en Java fueron conocidas como Cinchona ledgeriana (conocida actualmente como C. calisaya Wedd.), y luego se determinó que también había especies cultivadas de C. pubescens Vahl, C. robusta y C. hibrida.
Para 1868 aparecen en Ámsterdam las primeras cortezas de quina procedentes de cultivos, un año después inician nuevamente los cultivos de quina en la India, Ceylán, Sur de Indostán y en Sikkim (Himalaya), apareciendo 10 años después en el mercado de Londres las cortezas procedentes de estos cultivos. La importancia de la quina era tal que permitió la penetración colonial en África del siglo XIX, dada las nuevas fuentes confiable a precio accesible.
Dentro de las anéctotas interesantes de la bebida de agua con corteza de quina resulta en el amargo sabor de esta impedía que los soldados la bebieran con facilidad, por lo cual las tropas inglesas le agregaban el licor ginebra haciendo el agua tónica más bebestible y creando a su paso el famoso cóctel Gin tonic, mientras que las tropas francesas bebían el vino Dubonnet que contenía quinina y buscaba el mismo propósito: mantener las tropas saludables.
A inicios del siglo XX, la exportación de quina procedente de Suramérica se estacaba, mientras que la producida por los holandeses en su colonia de Java se incrementaba año tras año alcanzando a tener entre el 90 y 95% de la producción mundial de corteza de quina, determinando precios e incluso calidad, al punto que se destruía toda corteza con menos de 4% de quinina.
En 1920 se buscó romper con el monopolio holandés impulsando nuevas siembras en Asia y buscando sustitutos artificiales, pero estos esfuerzos fueron pequeños, solo hasta la segunda guerra mundial se volvió a tener en cuenta la importancia de los cultivos de quina alrededor del mundo.
En la segunda guerra mundial, a medida que los japoneses expandían sus conquistas en Asia, Estados Unidos observaba como se iba cortando el suministro de materias primas como el caucho, la madera de quebracho y la quina, necesarias para mantener el crecimiento de todas sus nuevas industrias. Para 1941 Suramérica se convirtió en la opción para asegurar el suministro de estos materiales lo cual se logró por medio de acuerdos de compra exclusiva, préstamos y transferencias de tecnología. Se sumaron instituciones de investigación y científicos que trajeron la ciencia de EE. UU. para transformar el paisaje y asegurar más de 100 productos de su interés. Sin embargo, los proyectos solo fueron de corto plazo.
En Ecuador se buscó implantar grandes cultivos de quina, en Bolivia se impulsó una planta de extracción de quinina y en Guatemala que había tenido la empresa Merck & Co. que experimentaba con la quina, fue impulsada para romper el monopolio de los holandeses. El plan de EE. UU. para Latinoamérica y la quina era desarrollar los cultivos, controlar su precio, competir contra el monopolio holandés y tomar el control de la corteza desde el cultivo hasta el procesamiento para lo cual su procesamiento solo se realizaba en EE. UU.
A Colombia, Perú, Guatemala, Costa Rica, Ecuador y Bolivia llegaron científicos, agrónomos, biólogos, químicos y farmaceutas cuyo objetivo era encontrar, identificar y recolectar quinas o plantas relacionadas, así mismo se debía calcular el volumen a extraer y buscar métodos para llevar la quina cultivada a los puertos marítimos. Hubo que comenzar de cero ya que los datos de las bonanzas quineras del siglo XIX habían sido un secreto y eran obsoletos.
La búsqueda de plantas fue relativamente sencilla ya que se conocía los posibles lugares donde encontrarla, la dificultad era la alta diversidad de plantas entre las cuales se tenía que determinar si había o no presencia de quinina y su porcentaje, tarea nada fácil. Un gran descubrimiento fue la especie C. pitayensis que tiene un mayor contenido de alcaloides que cualquier otra especie comercial y que no había sido explotada en Colombia o Ecuador dado que solo se buscaba quina en laderas que estuvieran a menos de 1.700 msnm. Esto convirtió a Colombia y Ecuador en importantes productores, adicionalmente, la investigación realizada mostró que la quina podía variar el contenido de alcaloides de acuerdo con la época del año y que las ramas tenían menos alcaloides que el tronco.
El impulso del cultivo de quina y la búsqueda de la mejor variedad para estandarizar la producción llevó a que en la finca El Naranjo (Guatemala) se realizara un vivero donde hubo 15 millones de plántulas de C. pubescens e híbridos (el objetivo era tener 48 millones de plántulas), para 1943, en la misma finca se sembró el primer cultivo a gran escala en un área de más de 200.000 has.
Sin embargo, con la finalización de la guerra se dio la recuperación de las plantaciones del Sudeste asiático, que junto con el desarrollo de nuevos productos antimaláricos como la atebrina y la cloroquina, y la existencia de un gran inventario de quina para varios años, condujeron al cierre de las oficinas de quina en Latinoamérica en 1945, también se acabaron los acuerdos de cooperación y el proteccionismo que impulsó su cultivo. Entre 1941 y 1947, EE. UU. importó cerca de 40 millones de libras de corteza de quina principalmente de Colombia, seguido por sus vecinos Ecuador, Perú y Bolivia.
Como resultado final, gran parte de la agricultura Latinoamericana (no solo la quina) dependía ahora de los EE. UU. ya que se habían cortado lazos comerciales con una Europa devastada por la guerra. El Cinchona program fue una punta de lanza para la norteamericanización de la ciencia en Latinoamérica, desde la botánica, la ciencia del suelo y la medicina. Se fomenta entonces la apertura de la frontera agrícola y los cultivos de exportación en los países Latinoamericanos.
Después de la segunda guerra mundial, Indonesia producía cerca de 800 toneladas de corteza de quina al año, monopolio que fue lentamente perdiendo frente nuevos países productores. Actualmente se producen cerca de 10.000 t. de corteza de quina, proveniente un 55% del Congo, un 30% de Indonesia, el 8% de India y el 7% restante de otros países como Guatemala y Tanzania, corteza que es procesada en su mayoría en países europeos, con un uso del 60% en productos farmacéuticos y el 40% para la industria de alimentos y coctelería, se le reconoce fácilmente en el agua tónica usada en coctelería donde el sulfato de quinina brilla naturalmente bajo la luz ultravioleta, generando un coctel fluorescente.
Dentro de las anéctotas interesantes de la bebida de agua con corteza de quina resulta en el amargo sabor de esta impedía que los soldados la bebieran con facilidad, por lo cual las tropas inglesas le agregaban el licor ginebra haciendo el agua tónica más bebestible y creando a su paso el famoso cóctel Gin tonic, mientras que las tropas francesas bebían el vino Dubonnet que contenía quinina y buscaba el mismo propósito: mantener las tropas saludables.
Cartel publicitario de Dubonnet. Foto: Ωméga |
En 1920 se buscó romper con el monopolio holandés impulsando nuevas siembras en Asia y buscando sustitutos artificiales, pero estos esfuerzos fueron pequeños, solo hasta la segunda guerra mundial se volvió a tener en cuenta la importancia de los cultivos de quina alrededor del mundo.
Árboles de C. ledgeriana con 60 años. Cambridge U. |
En Ecuador se buscó implantar grandes cultivos de quina, en Bolivia se impulsó una planta de extracción de quinina y en Guatemala que había tenido la empresa Merck & Co. que experimentaba con la quina, fue impulsada para romper el monopolio de los holandeses. El plan de EE. UU. para Latinoamérica y la quina era desarrollar los cultivos, controlar su precio, competir contra el monopolio holandés y tomar el control de la corteza desde el cultivo hasta el procesamiento para lo cual su procesamiento solo se realizaba en EE. UU.
A Colombia, Perú, Guatemala, Costa Rica, Ecuador y Bolivia llegaron científicos, agrónomos, biólogos, químicos y farmaceutas cuyo objetivo era encontrar, identificar y recolectar quinas o plantas relacionadas, así mismo se debía calcular el volumen a extraer y buscar métodos para llevar la quina cultivada a los puertos marítimos. Hubo que comenzar de cero ya que los datos de las bonanzas quineras del siglo XIX habían sido un secreto y eran obsoletos.
Mapa de Colombia que muestra las regiones en las cuales se encuentra la quina. 1945. Documentos desclasificados del Departamento de Defensa de EE. UU. |
Quinas según la altura de las montañas de los Andes. 1945. Documentos desclasificados del Departamento de Defensa de EE. UU. |
Sin embargo, con la finalización de la guerra se dio la recuperación de las plantaciones del Sudeste asiático, que junto con el desarrollo de nuevos productos antimaláricos como la atebrina y la cloroquina, y la existencia de un gran inventario de quina para varios años, condujeron al cierre de las oficinas de quina en Latinoamérica en 1945, también se acabaron los acuerdos de cooperación y el proteccionismo que impulsó su cultivo. Entre 1941 y 1947, EE. UU. importó cerca de 40 millones de libras de corteza de quina principalmente de Colombia, seguido por sus vecinos Ecuador, Perú y Bolivia.
AgregarSulfato de quinina en píldoras para tratar la malaria. Imagen Original. |
Después de la segunda guerra mundial, Indonesia producía cerca de 800 toneladas de corteza de quina al año, monopolio que fue lentamente perdiendo frente nuevos países productores. Actualmente se producen cerca de 10.000 t. de corteza de quina, proveniente un 55% del Congo, un 30% de Indonesia, el 8% de India y el 7% restante de otros países como Guatemala y Tanzania, corteza que es procesada en su mayoría en países europeos, con un uso del 60% en productos farmacéuticos y el 40% para la industria de alimentos y coctelería, se le reconoce fácilmente en el agua tónica usada en coctelería donde el sulfato de quinina brilla naturalmente bajo la luz ultravioleta, generando un coctel fluorescente.
Agua tónica bajo luz normal (izq.) y bajo luz ultravioleta (der.). CC Splarka. |
Como curiosidades, el árbol de quina figura en el escudo nacional del Perú, pero se le confunde con otros árboles o incluso con la quinua por su similitud en los nombres a pesar de sus grandes diferencias en su forma. En Perú es un árbol en extinción del cual no se tiene un inventario de los especímenes que quedan que se encuentran amenazados por la tala ilegal y la expansión de la frontera agrícola.
Otra curiosidad es que cerca a Bogotá (Colombia), en el municipio de Tibacuy (Cundinamarca) existe el Parque Natural Cerro del Quininí en el cual parece que hubo una gran extracción de quina y del esta tomó su nombre esta montaña.
Por último, investigaciones recientes muestras que el su uso de corteza de quina puede tener mejores efectos para el manejo de cepas de Plasmodium que se han mostrado tolerantes a medicamentos sintéticos, sugiriendo que no se debe descuidar el cultivo de quina y su uso natural en una época donde las enfermedades están ganando resistencia frente a los tratamientos tradicionales.
Otra curiosidad es que cerca a Bogotá (Colombia), en el municipio de Tibacuy (Cundinamarca) existe el Parque Natural Cerro del Quininí en el cual parece que hubo una gran extracción de quina y del esta tomó su nombre esta montaña.
Por último, investigaciones recientes muestras que el su uso de corteza de quina puede tener mejores efectos para el manejo de cepas de Plasmodium que se han mostrado tolerantes a medicamentos sintéticos, sugiriendo que no se debe descuidar el cultivo de quina y su uso natural en una época donde las enfermedades están ganando resistencia frente a los tratamientos tradicionales.
Espero haya sido un escrito informativo y deja tus comentarios abajo.
Bibliografía:
-Cuvi, N. 2011. The Cinchona program (1940-1945): Science and imperialism in the exploitation of a medicine plant. Dynamis 31 (1): 183-206
-BBC Mundo. Martin Riepl. 2017. Quina, el casi extinto árbol medicinal del escudo de Perú que pocos patriotas conocen e inspiró el gin tonic. Tomado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-40744976
-Nieto, M. 2006. Remedios para el imperio. Historial natural y apropiación del nuevo mundo. 2da ed. U. de los Andes. CESO. Bogotá. 248 pp
-Pérez-Arbeláez, E. y Fernández de Soto. F. 1957. Quinas de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Tomo XLIV (44). Ediciones Cultural Hispanica. Madrid.
-https://uses.plantnet-project.org/en/Cinchona_(PROSEA)
-Romero, E. 1949. Historia Económica del Perú. Editorial Sudamericana. Lima. Link
-War Department. 1945. Acid extraction - Ion exchange recovery of cinchona alkaloids process and plant development. Department of Defense United States of America. Unclassified Documents for Public Release. Link
-Tobasura, I. 2011. El legado ecológico del libertador. Luna Azul No 32. Manizales. Link
-Wolfgang, Von Hagen, V. 2008. Sudamérica los llama: Grandes naturalistas en América. Traducción de Teodoro Ortiz. Editorial Alfaguara. Bogotá DC. 373 pp.
Interesante Javi, por finlo leí! Y sabes de métodos de extracción tradicional? Gracias
ResponderBorrarEXCELENTE INFORMACIÓN. HERMANO TE ESTOY AGRADECIDO POR COMPARTIR ESTOS CONOCIMIENTOS.
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario, esa es la idea, el conocimiento encerrado no nos sirve, la idea aqui es apoyar la generación de ideas y explicar determinados temas de una manera lineal y facil de entender y enfocado a Colombia. Toda idea y comentario es bienvenida, saludos.
BorrarLa información presentada es super interesante y escrita de manera muy amena. Felicitaciones!
ResponderBorrarMuchas gracias, me alegra muchisímo que haya sido amena e interesante, un abrazo gigante.
BorrarGRACIAS UN RESUMEN MUY BUENO, ELLO HAY QUE DIFUNDIR Y COMO LATINOS FOMENTAR ESTA HISTORIA PARA REFORESTAR NUESTRAS TIERRAS CON ESTE MARAVILLOSO ARBOL MUY SALVADOR EN DIFERENTES EPOCAS DE CRISIS EN EL MUNDO.
ResponderBorrarSALUDOS
Es un placer escribir sobre estos temas y tener bellos lectores, estoy de acuerdo contigo que el tema de difusión es fundamental para ver la riqueza que tenemos al frente pero que olvidamos pensando en que producto podemos importar de países de climas templados. He querido conseguir una planta de quina para mi jardín pero no ha sido posible por el momento, tendré que buscar una planta de quina y hacerle cacería a sus semillas... saludos
BorrarBuen día les escribe Noé lia prado . Les dejo mi preocupación por la gente aníbel mundial como se podría hacer para que el árbol de la quina vuelva a salvar vidas tengo fe que pongan en práctica esta bendición de planta en sus propiedades medicinales que existe y salvo a tanta gente en aquellos años ahora 2020 tiene que funcionar sr por favor hagan algo por nuestros pueblo les dejo un abrazo a cada uno de ustedes saludos
ResponderBorrarHola buen día, gracias por tu comentario, para volver a usar esta y otras plantas debemos conocerla desde varios aspectos, saber su química, como crece, como se reproduce, con que animales se relaciona, si nos alimenta o nos puede intoxicar y como, debemos pitarla, hacerla parte de nuestra vida, esto es empoderar el conocimiento y esta en nuestras manos de Latinoamericanos, si no lo hacemos nosotros, nadie más lo hará, o si lo hace, nos venderá el remedio a un precio altísimo. Saludos
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMuchas gracias por este texto tan interesante. Quisiera saber si aún hoy en día se podría conseguir una muestra de cortezas de quina, conocida como tablas o cascarillas de quina, Estoy interesado en ello para organizar una pieza museografica en el museo del río Magdalena del cual soy su director y curador. o tienes alguna sugerencia.
ResponderBorrarHola Germán, felicitaciones por tan bello museo, se lo he recomendado a todo mundo, tu trabajo es impresionante y muy bello. Lamento contarte que desconozco donde conseguir corteza de Quina, más sin embargo puedo consultar con amigos biologos y seguro te consigo alguna información, o también creo que por medio de las señoras que venden plantas medicinales en las plazas de mercado, es posible que alguna sepa enlazar con alguien que pueda conseguir corteza de quina. Por mi lado he buscando plantas o semillas pero no he tenido exito mas sin embargo seguiré en la tarea. Estaré atento también a apoyar el museo desde cualquier ambito. Quedamos en contacto, mi correo es jborbix@gmail.com
BorrarBuen día, interesante información
ResponderBorrarSabrá sobre investigaciones que se realizan sobre esta especie en Colombia, he estado buscando sobre ellos, pero no encuentro algo relacionado a su investigación. Agradecería su ayuda.
Hola, desde el tema agrícola no conozco ningún grupo que esté investigando esta planta, es posible que por el lado de la fitoquímica y farmacia haya algo, te podría sugerir buscar con el genero "Cinchona" en los repositorios de las Universidades (aqui te dejo un link con una lista de varios repositorios), si encuentras alguna tesis reciente podrías escribirle al autor:
ResponderBorrarhttp://severaflor2.blogspot.com/2017/04/repositorio-universidades-de-colombia.html
y consultar en revistas cientificas que supongo que existen de las diferentes facultades de Farmacia, segun miré en Scielo no hay casi nada, o buscando por medio de CVLAC y quina, apareció algo pequeñito:
http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0000241946
Por lo que veo, esta planta esta cubierta por el velo del desconocimiento, hay mucho por hacer.