lunes, 2 de mayo de 2022

Años de trigo y elecciones

El Trigo fue una de las primeras plantas domesticadas por el ser humano y lo ha acompañado a lo largo de sus travesías por el viejo mundo, llegó a América con la invasión europea que impuso su cultivo por su gusto por los productos procesados del trigo. Se tiene registro de su llegada a la Nueva Granada entre 1530 y 1535 por Jerónimo Lebrón de Quiñones, junto a otros granos como la avena y la cebada, así mismo se conoce que en 1540 se construyó el primer molino para trigo en Nariño.

Junto con la colonización del territorio, el cultivo de trigo y otros granos fueron encontrando zonas optimas donde se podían cultivar y abastecer a la población local, estas zonas se ubican en la parte alta de los Andes donde el clima mostraba estaciones secas marcadas que le permitía al grano secarse, y almacenarse, en Colombia estas fueron principalmente el departamento de Nariño y el altiplano cundiboyacense. 

Para el siglo XX se alcanzó la mayor área registrada cultivada en trigo, llegando a 145.000 hectáreas (1 hectárea es igual a 10.000 m2) y cosechando alrededor de 102.000 hectáreas, un área un poco mayor que la mitad del departamento del Quindío.

Con la aplicación de técnicas derivadas de la revolución verde como el suministro de fertilizantes, uso de plaguicidas químicos y el estudio e investigación de nuevas variedades genéticas para 1974 cada hectárea pasó de producir 0,6 t/ha (toneladas de grano por hectárea) a 1,3 t/ha y para el año 2005 este rendimiento había alcanzado a ubicarse entre 2 y 2,44 t/ha, rendimiento que se ha mantenido hasta la actualidad.

Campo de cebada que ilustra que trigo en Colombia
Campo de Cebada en el altiplano cundiboyacense,
así se vería el trigo en esta zona. Foto: J. Borbón 2022

Sin embargo, en nuestros campos ya no es común ver esos cultivos de trigo mostrando sus espigas doradas al cielo, diversos factores internacionales y nacionales hicieron que el área cultivada pasara de las mencionadas 145.000 hectáreas en 1950 a 3.538 en el 2019.

Entre los factores podemos mencionar que el rendimiento de una hectárea de trigo en EEUU y Canadá varía entre 2,5 y 3 t/ha, el cual, al ser sembrado y cosechado por máquinas, empacado y transportado a bajo precio por trenes y barcos, permite producir y transportar una gran cantidad de trigo a un precio mucho menor haciendo que para los colombianos sea más barato comprar trigo del exterior que producirlo en Colombia. Otro factor es la apertura económica y los tratados de libre comercio que permitieron que para el año 2012 la entrada de trigo al país tuviera un 0% de arancel, en otras palabras, la producción colombiana de trigo ya no es competitiva.

Esto llevó a que para el año 2019 importáramos alrededor del 99,5% del trigo consumido en Colombia, año en que la tonelada internacional de trigo costaba entre 168 y 205 USS (dólares), precio relativamente estable a lo largo de los años, donde un precio mínimo ocurrió en el 2009 cuando se cotizó a 122.5 USS/t y un precio máximo en noviembre de 2012 de 269 USS/t. Las cosas marchaban bien para los consumidores del trigo y sus procesados: harina de trigo para el pan y amasijos, sémola para las pastas y cervezas.

Pero todo cambió cuando la nación Rusa atacó a Ucrania en febrero de 2022, ocurre que entre Rusia y Ucrania producen alrededor del 30% del trigo que se comercializa en el mundo, y ahora, en el conflicto, la población ucraniana se encuentra sobreviviendo, sus campos están en medio de la guerra, lo que limita fuertemente la siembra de trigo para el segundo semestre del 2022, el campo se quedó sin quien lo trabaje, la infraestructura está destruida, y ni siquiera se puede usar su puerto sobre el mar negro, mientras que Rusia se encuentra en medio de sanciones económicas que imposibilitan su relación comercial con varios países occidentales, y encima aparecen noticias como el robo de grano ucraniano en zonas ocupadas por Rusia y la crisis de los fertilizantes de los cuales Rusia también es uno de los principales productores y exportadores del mundo.

Todo esto ha hecho que el precio del trigo se elevara desde 211 USS/t en mayo de 2021 a 403 USS/t a mayo de 2022, el precio más alto del que se tiene registro y el cual no parece haber alcanzado aún su pico, según el Banco Mundial en su informe de abril de 2022, el precio del trigo se incrementará más del 40% ejerciendo una mayor presión en países que se apoyan en su importación, países como Colombia que importa el 99,5% del trigo consumido.

Grafica que muestra el histórico de los precios del trigo
Histórico del precio internacional del trigo en dólares por tonelada
 https://markets.businessinsider.com/commodities/wheat-price

Esto quiere decir, que en lo que queda del año 2022 y los años posteriores veremos cómo los productos alimenticios derivados del trigo incrementarán su precio aún más, pan, galletas, pizzas, pastas, cervezas… incrementaran sus precios conforme pasa el tiempo, productos básicos en la alimentación de gran parte de la población Colombiana, cuyo consumo per cápita de trigo es de 43 kilos.

Ahora, bajo ese escenario, mis preguntas son ¿Qué podemos hacer?, ¿podemos disminuir la catástrofe alimentaria que se nos viene?

No sé si estoy colocando un escenario pesimista, pero cuando un pan de $300-400 disminuya su tamaño y/o incremente su precio a $700-800, o cuando la libra de pasta pase de costar $3.500 a $5.500, la protesta social no se hará esperar dado que hay hambre en la población.

Frente a lo cual mi primera pregunta es: ¿y si volvemos a cultivar trigo en Colombia?, ante un escenario donde lo que está en juego es el hambre, la supervivencia, creo que el poder alimentar a los colombianos se vuelve una prioridad.

Echemos una mirada a los números y ver los costos teóricos de sembrar trigo en el altiplano cundiboyacense, los datos puestos a continuación son basados en documentos de AGROSAVIA  donde se mencionan las generalidades del cultivo de trigo, los actualicé a precios del 2022, por lo que pueden tener variaciones:

 

Para 1 Hectárea de trigo que produzca 2 t/ha requiero:

- Pasar un tractor que acondicione el suelo: $ 240.000

- Aplicar fertilizantes -a precio actual- (150-200 kilos): $1.400.000

- Aplicar plaguicidas contra enfermedades, malezas e insectos: $310.000

- Comprar la semilla de trigo (si es que se encuentra): $1.500.000

- Jornales (siembra, mantenimiento, cosecha): $1.400.000

- Transporte (2 toneladas): $190.000

- Imprevistos (5%): $252.000

Total: $5.292.000

Costo de producción de 1 tonelada: $2.646.000


Ahora, como mencionábamos anteriormente, es más económico comprar trigo del exterior, ¿pero hasta qué punto?

Compremos una tonelada de trigo FOB (Free On Board) al precio internacional, esto es que tengo mi trigo montado en un barco en un puerto del país productor, ahora debo cubrir el transporte a Colombia, descargarlo, montarlo en un camión, llevarlo al molino, procesarlo, empacarlo, volver a montarlo en un camión y llevarlo a un centro de consumo como Abastos u otro desde donde se distribuye, en esta cadena, el precio del trigo se incrementa y se refleja en el precio al consumidor, el cual lo podemos ver en la gráfica del historial de precios de Abastos.

Grafica de los precios de venta de trigo en Abastos Bogota
Históricos de precios de la Harina de trigo desde el año 2019 a 2022.
https://precios.precioscorabastos.com.co/#/

Observamos que el precio de oferta de harina de trigo se mantuvo estable a $104.000 (el bulto de 50 kilos) desde finales de marzo del 2020, mostrando pocas variaciones hasta el 8 de febrero de 2022, cuando el precio del bulto de 50k se incrementó a $148.000, dadas las noticias de la guerra en Ucrania, al hacer unos cálculos sencillos encontramos que la venta una tonelada de harina de trigo genera un valor bruto de $2.960.000, si a este precio le restamos los gastos y ganancia de la bodega (estimo entre un 20 y 35% del valor de compra de trigo) encontramos que la tonelada de harina de trigo tiene un valor en el mercado de Bogotá de entre $1.924.000 y $2.368.000, precio inferior a la producción de la misma tonelada de trigo en el altiplano cundiboyacense y sin contar su ganancia.

Sin embargo, en un escenario donde apenas se vislumbra una crisis venidera, no se comienza a sentir el rigor de los precios altos, ya hay países que están tomando una serie de medidas con algunos productos como es la prohibición de la exportación del aceite de palma por parte de Indonesia para asegurar su propio suministro, caso similar esta ocurriendo con los fertilizantes y otros productos.

No soy economista, ni se predecir el futuro, pero los números comienzan a sonar turbios, haciendo predicciones de un incremento de un 40% del precio de la harina de trigo tomando como referencia el precio de enero de 2022, y asumiendo que la guerra en Ucrania no incrementara más su impacto, asumiendo poca especulación de precios o acaparamiento de productos por parte de países productores o con más poder adquisitivo, podría preveer un escenario donde para septiembre-octubre del 2022 el trigo mantenga su precio actual, reflejado en $148.000 el bulto en Abastos.

En un escenario alterno, tomando un incremento del 40% con el precio a inicios de mayo sin asumir los escenarios planteados, para finales del 2022 el trigo incrementará su precio y se verá aproximadamente en $179.400 en Abastos. Como referencia les pongo que el precio del mismo bulto en enero del 2022 estaba en $102.000 se podría hablar de un incremento actual de 45% que puede incrementarse a 75%, lo que sustenta el incremento mencionado de los derivados del trigo mencionados párrafos atrás.  

Bajo un escenario 2, la tonelada de harina de trigo importada puesta en Bogotá rondaría los $3.600.000, siendo un 36% mas costosa que producir una tonelada en el altiplano cundiboyacense ($2.646.000), si al trigo producido localmente se le incrementa un 20 a 35% por la ganancia propia del agricultor, continua siendo más rentable que importar el trigo.

Para finalizar este análisis, quiero dejar mi opinión, que mas allá de romantizar la idea de ver cultivos de trigo, es que es urgente evaluar acciones ante una crisis alimentaria que se asoma que puede desencadenar en un estallido social muy fuerte (mas que las protestas del 2021), y a mis ojos vale mas la pena intentar buscar soluciones que salven la vida de los colombianos y la estabilidad que tanto nos ha costado, que ver lentamente como (y espero estar muy equivocado) se nos viene una crisis de hambre y su estallido social.

Siento que en medio de un panorama de elecciones, este importante debate esta siendo dejado por fuera de la mesa, al parecer el gobierno actual no va a hacer nada frente a una crisis que ni ha mencionado, y al gobierno entrante le va a estallar apenas comience.

Para finalizar, dejo unas preguntas para los lectores ¿será más económico subsidiar fertilizantes, insumos, organizar siembras para que el país produzca trigo que incrementar el pie de fuerza, pagar los destrozos y seguir perdiendo la confianza inversionista?

¿Será que podemos incentivar la siembra de otras fuentes de almidones alternativos al trigo como plátano, maíz, yuca, papas, arroz?

¿Será mejor simplemente asegurar acuerdos de trigo que garanticen el suministro a precios actuales?

¿Qué otras opciones se plantean?

Salu2

 

Bibliografía:

Álvarez, D.; Chaves, D. 2017. El cultivo de trigo en Colombia: Su agonía y posible desaparición. Rev. Cienc. Agr. 34(2):125 - 137. doi: http://dx.doi.org/10.22267/rcia.173402.77. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-01352017000200010

Agronegocios. 28 Abril de 2022. https://www.agronegocios.co/agricultura/prohibicion-de-exportacion-del-aceite-de-palma-de-indonesia-tras-aumento-de-precio-3352211

AGROSAVIA:

https://repository.agrosavia.co/handle/20.500.12324/18873?locale-attribute=es

https://repository.agrosavia.co/handle/20.500.12324/23989

https://repository.agrosavia.co/handle/20.500.12324/1142

Banco Mundial. 26 de abril de 2022. https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2022/04/26/food-and-energy-price-shocks-from-ukraine-war

BBC mundo. 25 abril de 2022. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-61108454

Quintero, L. & N. López. 2020. Realidad del subsector de trigo en Colombia después de la firma de los TLC con Canadá y Estados Unidos. Tesis de grado Negocios Internacionales. Fac. Cienc. Econ. y Admin. Universidad Agustiniana. 52pp. Disponible en:   https://repositorio.uniagustiniana.edu.co/bitstream/handle/123456789/1401/LopezGonzalez-Natalia-2020.pdf?sequence=4&isAllowed=y

USDA. 2009. https://www.ers.usda.gov/webdocs/publications/43783/39922_eib116_summary.pdf?v=0 

1 comentario:

  1. Excelente análisis y visión Javier, una retórica muy precisa y realista tanto del cultivo como de sus efectos colaterales por la pérdida de su práctica en la agricultura del país, la coyuntura actual entre Rusia y Ucrania, el TLC, la pérdida de confianza en la inversión nacional y la necesidad de su importación. Por mi parte opino que, la mejor alternativa es fortalecer la agricultura del país, no solo con trigo, también otras fuentes de almidón como el maíz, arroz, etc, que notablemente han disminuido su área de siembra y participación en la oferta local, haciéndonos totalmente dependientes del comercio exterior para suplir la necesidad con los productos de la canasta básica alimenticia familiar.
    Muchas gracias, me encantó tu publicación.
    Jenny Peña

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